El Día Internacional de las Familias se celebra el 15 de mayo de cada año para crear conciencia sobre el papel fundamental de las familias en la educación de los hijos desde la primera infancia, y las oportunidades de aprendizaje permanente que existen para los niños y las niñas y los jóvenes.
También destaca la importancia de los miembros de estas unidades que se dedican al cuidado de los otros —sean padres, abuelos, hermanos, …— y se focaliza en las buenas prácticas dirigidas a conciliar la vida familiar y laboral, y a asistir a los progenitores en su papel de educadores y cuidadores. Asimismo, se subrayan las buenas prácticas en el sector privado que apoyan a madres y padres trabajadores, así como a los jóvenes y las personas mayores, en sus lugares de trabajo.
Familias y Nuevas Tecnologías
Las megatendencias, incluidas las nuevas tecnologías, la rápida urbanización y la migración, así como el cambio demográfico y climático, han dado forma dramática a nuestro mundo.
La televisión, Internet, los videojuegos, los teléfonos móviles… en definitiva, todas las pantallas audiovisuales que nos rodean son tecnologías que ya forman parte de nuestra vida cotidiana y familiar. Pero… ¿son buenas o malas?
La importancia socializadora de la familia.
La sociedad en la que vivimos es cada vez más compleja y, con ella, la educación familiar se ha complicado en la misma medida. No obstante, tan alejado de la realidad sería pensar que nuestros hijos e hijas pueden vivir en una burbuja aislada de influencias ajenas a la familia, como creer que padres y madres no tenemos nada que decir en su educación.
Es precisamente entre esos dos extremos donde debemos situarnos para ser más eficaces, siendo conscientes de que:
– Compartimos la educación de hijos e hijas con otros agentes. Si en los primeros años la influencia de la familia es prácticamente absoluta, poco a poco van incorporándose otros espacios y otras instituciones: la escuela, las amistades, los medios de comunicación…
– Cuantas más influencias externas existan, más sentido cobra la labor educativa de la familia. Ante esta situación, se hace necesario que la familia ocupe una posición socializadora de referencia, mediando entre los diferentes espacios de influencia externa y los hijos e hijas.
La familia en la historia
Como sea que se integre, la familia sigue siendo el núcleo básico de la sociedad, en la medida en que ella reproduce biológicamente a la especie humana, y en su espacio, se reproduce la identificación con el grupo social.
Las principales funciones de la familia son las siguientes:
- Satisfacer las necesidades básicas del ser humano, tales como: alimentación, habitación, salud, protección, afecto y seguridad.
- Transmitir a las nuevas generaciones: una lengua y formas de comunicación, conocimientos, costumbres, tradiciones, valores, sentimientos, normas de comportamiento y de relación con los demás, creencias y expectativas para el futuro. estos son elementos importantes que vinculan a una familia con la sociedad a la que pertenece.
- Educar para la vida, es decir, formar a los integrantes de la familia de modo que sean capaces de desarrollarse productivamente como personas, como estudiantes o trabajadores, y como miembros de una comunidad, a lo largo de toda su vida.
Muchas de tales funciones se complementan con las de la televisión, la radio, el periódico y con las de otros grupos, como pueden ser: los amigos y otras personas de la comunidad, los grupos que se forman en las escuelas, los centros deportivos, religiosos y culturales, en los lugares de diversión, las organizaciones de participación ciudadana, entre los más importantes.
La familia ha cambiado a lo largo de la historia de la humanidad.
En los hogares de nuestro entorno es común el uso de las nuevas tecnologías. El mundo digital se ha instalado sobre nuestro mundo analógico. En mayor o menor medida, convivimos de forma natural con los dispositivos asociados a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Han entrado en nuestras vidas y nos acompañan en todos los ámbitos. También a nuestros hijos.
¿Cuáles son los riesgos de las TIC y cómo protegernos de ellos?
- La mejor forma de proteger a los hijos de los riesgos potenciales que se pueden encontrar, sobre todo en cuanto a privacidad y seguridad personal, es la educación en su buen uso.
- Recurrir a la inhibición o a la prohibición como actitudes ante esta realidad no son útiles.
- Los riesgos pueden ser el aislamiento, aprendizaje de malas conductas, adicción, y otros más específicos como ciberbullying (ciberacoso), grooming, sexting, etc.
- Además, el uso excesivo de las nuevas tecnologías promueve una vida sedentaria, que está directamente ligada a la obesidad en la infancia.
En resumen:
- Mayor información no significa mayor conocimiento. Tampoco implica que ese conocimiento se use de forma correcta. Debemos acompañar e informar a nuestros hijos en su andadura en las nuevas tecnologías desde que tienen contacto con ellas y adaptarnos a su edad y grado de madurez.
- Hay que dejar de considerar a los hijos como posibles víctimas pasivas. Es importante implicarlos en esta protección activa ante los riesgos de la red.
- A veces, el uso de filtros y sistemas de control de contenidos, son unas herramientas recomendadas, sobre todo en las edades más tempranas.
Mensaje para el día de las familias
Fuente:
Palomino U, Valdivia C, (Enero 2013), «Hogares, familias y nuevas tecnologías», recuperado de: https://www.familiaysalud.es/vivimos-sanos/ocio-y-actividad-fisica/nuevas-tecnologias/hogares-familias-y-nuevas-tecnologias
COAN, (sf), «Familia y nuevas tecnologías», Recuperado el 1 de Mayo del 2021 de: https://www.educacion.navarra.es/documents/27590/585666/Familia_NuevasTecnologias.pdf/