Hablando sobre los desafíos de la agricultura y las tendencias.
Creo que es importante mencionar de manera categórica lo que significa el incremento de la demanda de alimentos para la población del mundo, y los desafíos que eso implica para los sectores productores de nuestro continente particularmente.
Para el año 2050, seremos en el planeta 9 mil millones de habitantes, de los cuales cada vez más, una buena parte de los sectores medios van a ir engrosando su capacidad adquisitiva. Lo cual implica un incremento en la demanda de proteína, un incremento de la demanda de productos de calidad, y un incremento de la demanda de productos procesados también.
Revisando cómo se comportan la producción y las proyecciones de producción en cada uno de los continentes. El único continente que tiene posibilidades reales, por las condiciones del suelo, por la disponibilidad de agua, y por su comportamiento normal de producción de alimentos es el continente americano.
Básicamente América Latina y el Caribe serán y son autosuficientes mayoritariamente en producción de alimentos, y tendrán un excedente comercializable que le permitirá verse como muchos países nos ven, como el granero de mediados del presente simple.
El segundo gran desafío que tiene la agricultura del futuro,y que tiene la agricultura en realidad desde ya, es cómo producir y cómo satisfacer la demanda de alimentos en el marco de las repercusiones del cambio climático que estamos viviendo cada día con mayor contundencia.
El cambio climático nos ha generado no solamente una afectación en el régimen de lluvias, periodos de sequía largos, inundaciones inesperadas. Y eso evidentemente está impactando la producción de alimentos. Está impactando en las prácticas agrícolas, y es necesario por un lado, adoptar prácticas agrícolas que permitan la mitigación de la generación de gases de efecto invernadero.
Y hay algunos ejemplos a lo largo de América Latina, particularmente la producción de ganadería sostenible con cero emisiones de carbono o la producción de café carbono neutral. Que son ejemplos muy claros de cómo se pueden adoptar nuevas prácticas.
Pero evidentemente también tenemos que prever y tenemos que utilizar los resultados de la biotecnología, para ir sacando nuevas variedades que sean más resistentes al impacto del cambio climático, más resistentes a las plagas y enfermedades que se han generado por efecto del cambio climático.
Y no vayamos muy lejos para los países productores de café, la plaga de la roya que acabó con una buena parte de la producción de café de los países cafetaleros, sobre todo de la región mesoamericana. No es más que un cambio en la estacionalidad de las lluvias con un incremento de la temperatura de un grado centígrado en un determinado momento en el año 2012. Y eso hizo que países que tuvieran la roya muy controlada, a niveles de 5%, tuvieran ahora una afectación en su producción de café más allá del 60%.
Eso son los temas que tienen que ver con poder generar variedades nuevas de alimentos. Que sean mucho más resistentes a estos impactos que el cambio climático nos puede generar. Evidentemente, para poder continuar con una perspectiva de crecimiento de la producción de alimentos y satisfacer de esta manera el desafío.
Poder pensar que tenemos que hacer una adaptación de la producción al cambio climático. Es necesario poder pensar en elementos claros y básicos como son el incremento de la productividad.
Porque no es lo mismo alimentar la cantidad de población que vamos a tener para el año 2050, con los niveles de productividad actual. Es necesario generar mayores niveles de productividad, utilizar variedades que sean mucho más eficientes.
Y por eso tenemos que estar de la mano con los investigadores. Y con los proponentes de prácticas innovadoras que nos permitan utilizar los resultados de las experiencias en laboratorio. Que nos permitan utilizar los resultados de la investigación. O las prácticas que se están haciendo con clonación de variedades. Con semillas mejoradas para que sean justamente este tipo de variedades y prácticas adicionales.
Por ejemplo, la producción de hortalizas a cielo abierto, probablemente va a tener que cambiar de manera radical. Y tenemos que empezar a trabajar en ambientes protegidos. La necesidad de pensar en esa agricultura urbana, en esa agricultura vertical en donde vamos a poder utilizar tecnología, como la tecnología led.
Pero también, y eso es muy importante, el poder utilizar la investigación que se está haciendo en la reproducción de tejido vegetal para poder tener cada vez mejor calidad de producto.
Mejor calidad de planta que pueda ser efectivo y eficiente. Esa demanda del incremento de la productividad de nuestros campos para poder satisfacer la demanda alimentaria del planeta.
Los temas sobre los cuales hemos estado reflexionando muy rápidamente, son en realidad pinceladas de lo que deben de constituirse.
Elementos medulares no solamente para la definición de la política pública, que será la gran orientadora, la gran facilitadora para que estos desafíos puedan ser abordados. Sino que también deben de contribuir en mucho a estas reflexiones y otras más que podemos enriquecer.
Para que los productores tengan mejores y mayores elementos de juicio para tomar decisiones adentro de sus campos, porque no es solamente el tema de lo que está pasando afuera de la finca. Sino también lo que pasa dentro de la finca y poder fortalecerse continuamente, que va desde la producción primaria hasta el consumidor, pasando necesariamente por el mercado, y todos los insumos que ellos requieren.
Bibliografía
Del Curso Innovación agroalimentaria, desarrollado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en colaboración con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Tema explicado por Dra Gloria Abrahan Peralta (Enero 2017).
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