Es muy común relacionar algunas palabras con determinado eneatipo, como ejemplo la lujuria con el 8 o, Avaricia con el eneatipo 5. Pero ¿a qué se refiere esta palabra asociada con el eneatipo?
Para entender los eneatipos conviene saber cuándo estamos hablando de pasión (emoción), fijación (cognitivo) o mecanismo de defensa (acción).
Las pasiones son únicas en cada eneatipo; es decir, aunque cualquiera puede ser vanidoso, lo neurálgico del 3 es la búsqueda de reconocimiento. Las pasiones son tendencias emocionales que normalmente nos alejan de nuestro verdadero yo.
Las fijaciones como estrategias intelectuales con supuestos que llevan a dar algo por sentado y que produce distorsiones perceptivas y falsos juicios a lo largo de la vida ordinaria. Cada fijación va asociada a una pasión.
Las fijaciones son también bastante concretas en cada eneatipo. Nuevamente, cualquiera nos podemos poner vengativos o demasiado dominantes; pero, será siempre el 8 quien se lleva la palma en este sentido. Los mecanismos de defensa también tienen su eneatipo más concreto; pero, muchas veces introyectos o retroflexiones aparecen en el día a día de cada uno de nosotros (más allá del eneatipo).
Es importante reconocer que no somos lo que hemos pensado que somos, varios autores nos están apuntando que lo que realmente somos es la esencia que se esconde bajo el personaje, y esta máscara fue construida por pura supervivencia en la infancia.
Conocer bien las PASIONES de los ENEATIPOS del eneagrama es fundamental para seguir profundizando en las fijaciones y mecanismos de defensa.
Como bien sabemos, las pasiones tienen que ver con la emoción, mientras que las FIJACIONES, nos remiten a los estilos cognitivos de cada eneatipo.
Desde ahí, llegamos a sus falsas creencias o, en palabras de Claudio Naranjo, a sus ideas locas. Distinguir las fijaciones principales de cada eneatipo es clave para entender este maravilloso mapa que es el eneagrama.
Cuando hablamos de pasiones nos referimos a la parte emocional del eneatipo.
Cuando hablamos de fijaciones nos estamos refiriendo a las tendencias cognitivas de cada eneatipo y, desde ahí, llegamos a las ideas locas.
En paralelo a ellas, y muchas veces entremezclados, aparecen los mecanismos de defensa. Éstos tienen que ver con cómo pasa a la acción cada eneatipo y los patrones de comportamiento habituales de cada uno de ellos.
Aunque cada eneatipo tiene sus mecanismos de defensa estrella, algunos de ellos son compartidos por varios eneatipos.
Estos mecanismos de defensa son movimientos inconscientes que cada carácter reproduce desde tiempos muy lejanos y que muchas veces nos cuesta verlos.
Otro punto importante son las virtudes y cada eneatipo tiene un camino directo a una VIRTUD y requiere constancia, paciencia y tiempo poder acercarnos a ella. También se tiene el riesgo de confundirse con las falsas virtudes
Podemos decir que cada uno de los eneatipos tiene tres instintos (Social, de Conservación, Sexual), y que componen los subtipos. La etimología de la palabra instinto proviene del latín (instinctus) que viene a ser: Impulso, motivación.
El instinto conservación tiene que ver con la casa, con la seguridad, con el cuidado de uno mismo. Buscan las rutinas y las relaciones desde la confianza. No quieren sorpresas.
El instinto sexual, tiene que ver con la expansión y hay una puesta en juego de energía muy grande. Se trata de contactar con lo “dionisiaco” y con la búsqueda del placer.
Por ultimo, el instinto social, en gran medida, tiene que ver con lo relacional, y ahí, como en todo si lo miramos desde la sombra, cada eneatipo social tiene más dificultades que bondades.