1er Sábado de julio
En un momento en que la desigualdad crece en el mundo, es bueno recordar que existen soluciones. Las cooperativas son uno de los principales modelos que incluyen los aspectos de desarrollo sostenible en sus fundamentos, además de tener en cuenta valores y principios éticos.
Las cooperativas no dejan a nadie atrás
La membresía abierta de las cooperativas facilita el acceso a la generación de riqueza y contribuye a erradicar la pobreza, como consecuencia directa del principio de participación económica de los socios, quienes contribuyen de manera equitativa al capital de la cooperativa y la gestionan de manera democrática. Debido a que las cooperativas se centran en las personas, y no en el capital, no perpetuan ni aceleran la acumulación de capital, sino que distribuyen la riqueza de una forma más justa.
Las cooperativas también fomentan la igualdad en las comunidades donde se desarrollan, ya que están comprometidas con el desarrollo sostenible en sus aspectos medioambientales, sociales y económicos. Este compromiso se pone de manifiesto en el apoyo a las actividades de la comunidad, el abastecimiento local para beneficiar a la economía del lugar y un sistema de toma de decisiones que tiene en cuenta las repercusiones en su entorno.
A pesar de focalizarse en cuestiones comunitarias, las cooperativas aspiran a que beneficios de su modelo económico y social lleguen a todos los rincones del mundo. La globalización debería basarse en valores similares a los que definen el movimiento cooperativista para que no genere la desigualdad y excesos que la hacen insostenible.
El objetivo de este Día Internacional es:
- Aumentar la conciencia sobre las cooperativas
- Destacar la complementariedad de las metas y los objetivos de las Naciones Unidas y del movimiento internacional de cooperativas
- Destacar la contribución del movimiento en la solución de los principales problemas abordados por las Naciones Unidas
- Fortalecer y ampliar las asociaciones entre el movimiento internacional de cooperativas y otros participantes, incluidos los gobiernos, a nivel local, nacional e internacional
Perspectiva histórica
El primer registro histórico de una cooperativa data del 14 de marzo de 1761, en la localidad escocesa de Fenwick, donde las hilanderas llevaron un saco de avena a la casa de John Walker, apenas amueblada, y empiezaron a vender su contenido a un bajo precio en la habitación encalada de la entrada. Así se constituyó la Sociedad de las Hilanderas de Fenwick.
En 1844, un grupo de 28 artesanos que trabajaban en las fábricas de algodón de Rochdale, en el norte de Inglaterra, establecieron la primera empresa cooperativa moderna, la Sociedad Equitativa de los Pioneros de Rochdale. Los tejedores tenían unas condiciones de trabajo miserables y unos salarios bajos, que no les permitían pagar los elevados precios de los alimentos y los artículos domésticos. Pensaron que, reuniendo sus escasos recursos y trabajando juntos, podrían acceder a bienes de consumo básicos a bajo precio. En un principio, solo había cuatro productos a la venta: harina, avena, azúcar y mantequilla.
Esta iniciativa se considera el prototipo de la sociedad cooperativa moderna y sus socios los fundadores del movimiento cooperativo.
Actualmente, se calcula que este modelo empresarial cuenta con mil millones de socios. Las cooperativas emplean, directa o indirectamente, a 250 millones de personas en todo el mundo. Según los datos de World Co-operative Monitor, las 300 cooperativas más importantes a nivel mundial facturaron en 2016 más de 2,5 billones de dólares USD.
El movimiento cooperativista
Se ha reconocido la importancia de las cooperativas como asociaciones y empresas por medio de las cuales los ciudadanos pueden mejorar eficazmente su vida y al mismo tiempo contribuir al progreso económico, social, cultural y político de la comunidad y la nación. Se ha reconocido también al movimiento cooperativista como una parte interesada distinta e importante en los asuntos nacionales y en los internacionales.
El movimiento cooperativista es muy democrático, localmente autónomo pero integrado internacionalmente y una forma de organización de asociaciones y empresas por la cual los ciudadanos cuentan con la autoayuda y su propia responsabilidad para alcanzar objetivos no sólo económicos sino también sociales y ambientales, como la superación de la pobreza, la obtención de empleo productivo y el fomento de la integración social.
México sin datos sobre el sector cooperativo
México es uno de los pocos países que dentro de las estadísticas que ofrece ACI en su página oficial, no figuran en los resultados estadísticos. Junto con Nicaragua, El Salvador, Cuba y Haití, de México no puede encontrarse ningún resultado en ACI, principal organismo integrador de cooperativas.
Si de estos países hacemos un rastreo sobre cifras veremos que de todos ellos podemos recabar algunos datos que arrojan sus organismos; por ejemplo, Cuba, que en estos tiempos se encuentra en un periodo de cambios económicos, registra hasta el año pasado unas 452 cooperativas no agropecuarias, y cerca mil 172 cooperativas agropecuarias, que se distinguen porque fueron creadas directamente por el Estado.
De acuerdo a reportes de sus organismos cooperativos en El Salvador existen unas 741 cooperativas, en Nicaragua unas 4 mil 500, mientras que de México no existe ningún dato gubernamental o de organismos cooperativos que refleje este número, de Haití tampoco existen datos estadísticos.
A ojo de buen cubero
En México el sector de las cajas de ahorro es el que más datos exactos recaba. Hasta los primeros meses de 2015 la Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de las Instituciones Financieras (Condusef) informó que hay 692 cajas o cooperativas de ahorro registradas. De las cuales hasta ahora sólo 155 están regularizadas.
A septiembre de 2014, el Fideicomiso de Supervisión Auxiliar de Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo y de Protección a sus Ahorradores (Focoop) estimó el número de socios del sector de las cajas de ahorro en 6 millones 453 mil personas.
Así, de manera paradójica una parte importante del sector más fuerte del cooperativismo mexicano y del que se tienen mayores referencias numéricas en México, están en peligro latente de desaparecer ya sea por la absorción de cajas más grandes o por su extinción.
En lo que se refiere a otros rubros, lo más común entre algunos organismos y líderes de las cúpulas cooperativas, es apoyar la estimación de que existen 15 mil cooperativas, cifra que no se puede probar, quizá por ello, este dato se ha manejado con timidez en foros y encuentros, pues en la realidad no existe ningún registro ni en los estados, ni el país.
El tema en torno al cual se celebrará del Día Internacional de las Cooperativas 2018 es el “consumo y producción sostenibles de bienes y servicios”. Este evento da a las cooperativas la oportunidad de mostrar cómo se dirigen empresas de éxito al tiempo que se respeta nuestro entorno natural y los recursos que nos ofrece. El tema ha sido anunciado en presencia del presidente de la Alianza Cooperativa Internacional, Ariel Guarco.