El Día Mundial de las Ciudades se estableció el 31 de Octubre, en 2014, con el objetivo de promover el interés en la urbanización y fomentar la cooperación entre los países para aprovechar las oportunidades y afrontar los desafíos que plantea el urbanismo, así como para contribuir al desarrollo urbano sostenible en todo el mundo.
La urbanización ofrece la posibilidad de nuevas formas de inclusión social, entre ellas una mayor igualdad, el acceso a los servicios y a las nuevas oportunidades, así como el compromiso y la movilización que refleja la diversidad de las ciudades, los países y el mundo.
El peso de las ciudades
¿Cómo nos preparamos para 2050, cuando el mundo tenga el doble de población? Se debe alentar a las ciudades a innovar y experimentar, y también a aprender unas de otras para acelerar esta transición, por ejemplo, a través de iniciativas de «ciudades gemelas» o redes de ciudades. En «El peso de las ciudades» se plantea que será necesario reemplazar el enfoque económico de gobernanza de «ciudades competitivas» por un enfoque de «ciudades bien fundadas» que sirva a los intereses de todos los ciudadanos.
El futuro de las ciudades
Hasta 2009, vivían más personas en el campo que en la ciudad. En la actualidad, alrededor del 55 por ciento de la población mundial vive en pueblos y ciudades, y se prevé que el nivel de urbanización será de casi un 70 por ciento en 2050. Gran parte del crecimiento de la población urbana tendrá lugar en Asia y África, especialmente en China, la India y Nigeria, donde las tasas de fecundidad siguen siendo elevadas.
Lo que ya es un hecho es que las ciudades de todo el mundo están sufriendo cada vez más los efectos climáticos como las inundaciones, sequías, aumento del nivel del mar, olas de calor, etc… Por eso es necesario y urgente crear sociedades más sostenibles que busquen soluciones para temas como la crisis climática, entre otros, con el objeto de garantizar el acceso a servicios básicos, gestionar los ecosistemas y los sistemas urbanos. En definitiva, hacer que los medios de vida en todas las ciudades sean sostenibles. Si no invertimos lo suficiente en las ciudades para hacerlas más resilientes, los desastres naturales podrían pasar factura a las mismas.
Leer tambien