La Sinaptogénesis y el Aprendizaje en las Personas Mayores

El aprendizaje en la vejez tiene una relación muy fuerte con la motivación que la persona mayor tenga para iniciar una tarea, desarrollar un proyecto o profundizar en un tema.

La capacidad de aprendizaje que tiene cada individuo está directamente relacionada con su capacidad intelectual y oros factores, entre los cuales destacan los motivacionales.

Existen en la actualidad demasiados tópicos, sin duda erróneos, sobre el envejecimiento, y uno de estos tópicos es que al alcanzar una cierta edad una persona es “demasiado mayor para aprender”.

Esta sentencia carece de total sentido, más aún cuando la persona tiene menos de 60 años, pero ¿Qué ocurre con las personas mayores de sesenta años?

Como sabemos, el desarrollo cerebral implica múltiples procesos que deben completarse de manera adecuada para que la persona finalice correctamente el desarrollo y, por ende, pueda tener un adecuado proceso de aprendizaje.

Entre estos procesos, encontramos la sinaptogénesis. Que inicia desde la etapa fetal, pero se mantiene a lo largo de nuestra vida. Gracias a ello, podemos desempeñarnos adecuadamente en las distintas actividades de nuestra vida diaria.

La sinaptogénesis es el proceso por el cual se crean sinapsis, es decir, conexiones entre una neurona y otra célula del sistema nervioso, o bien entre dos neuronas. Aunque la sinaptogénesis es especialmente intensa durante el desarrollo temprano, las influencias ambientales influyen en la consolidación y la desaparición de sinapsis durante toda la vida.

Las neuronas son células del sistema nervioso especializadas en recibir y transmitir impulsos electroquímicos. Estas señales permiten que tengan lugar funciones muy variadas, como la secreción de neurotransmisores y hormonas, la contracción y la distensión de los músculos, la percepción, el pensamiento o el aprendizaje.

La morfología de las neuronas las diferencia de otros tipos de células. Concretamente, constan de tres partes principales: soma, dendritas y axón.

Llamamos “sinapsis” a la conexión entre una neurona y otra célula, especialmente si ésta es también una neurona.

La participación activa en actividades culturales resulta fundamental para mantener una buena capacidad intelectual. La mente debe ser ejercitada del mismo modo que el cuerpo. La inteligencia de una persona no se detiene a ninguna edad determinada. Factores individuales como la creatividad y la curiosidad del ser humano pueden y deben seguir desarrollándose siempre. (Zanz 2012)

Consecuentemente, la educación y la formación no debe tener límite de edad, debe ser permanente, ya que es una realidad que a cualquier edad el ser humano se siente gratificado por el conocimiento “per se”, por el propio enriquecimiento personal que le aporta interesarse por una materia y exprimir de ella todo el contenido posible.

Debemos entonces destacar que más allá de que se trate de un aprendizaje formal, no formal o informal, lo verdaderamente relevante es que debemos tener en cuenta que la vida entera es un aprendizaje constante y que la educación permanente debe abarcar todas las etapas y dimensiones dela vida asi como todas las ramas del saber y todos los conocimientos prácticos que puedan adquirirse por diversos medios.

Como dijo una vez un sabio “lo interesante del viaje no está en la llegada sino en el propio camino”…

Fuente:

Sanz, O., (Junio 2006), “La Capacidad de Aprendizaje en las Personas Mayores”, Recuperado de: https://www.sani-net.net/el-blog/40-la-capacidad-de-aprendizaje-en-las-personas-mayores

Rojas, P.,(Febrero 2020), “Sinaptogénesis, cómo conectamos las neuronas”, Recuperado de: https://neuro-class.com/sinaptogenesis-como-conectamos-las-neuronas/

 


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