Los amigos tóxicos te roban la felicidad

Los amigos tóxicos no son buenos para el alma, el espíritu e incluso para nuestra salud. Si tenemos amigos que nos chupan la energía es posible que sean amigos tóxicos que nos intentan robar la felicidad. Y cualquier persona que nos roba la felicidad no debe estar en nuestras vidas porque sólo conseguirán hacerte daño antes o después. ¿Tienes amigos tóxicos en tu vida?

Para darte cuenta de que otros te están robando tu felicidad será necesario que te respetes y que pienses en última instancia, qué es lo mejor para ti. Tus verdaderos amigos serán los que te apoyen, los que te hagan crecer como persona, los que te hagan sentir bien y nunca (nunca) te hundirán o te harán sentirte mal.

Si no estás seguro de si estás rodeado o no de personas tóxicas, deberás empezar a evaluar cómo te sientes cuando estás cerca de esas personas. A continuación podrás encontrar algunas clases de amigos tóxicos que fácilmente pueden robar tu felicidad, identificando aquellas características que mejor les definen.

“Desprecia la opinión de la gente tóxica, sé libre de los críticos y serás libre de cada una de sus palabras y de sus acciones. No idealices. No esperes nada de nadie”

-Bernardo Stamateas-

El amigo que te utiliza

Existen esos amigos tóxicos que solo te escriben cuando te necesitan o te llaman para pedirte un favor, es posible que cuando hablas con estas personas te sientas utilizado. Si un amigo solo te llama o se acuerda de ti cuando necesita un favor es que no es tu amigo realmente.

Para ser sinceros, en las amistades usamos a las otras persona hasta cierto punto y eso no tiene que estar mal visto, siempre y cuando se aprecie el valor de la relación y haya un vínculo estrecho. Si tu amigo solo te pide favores y no mejora el bienestar de ambos, entonces esta persona no tiene cabida en tu vida.

El amigo negativista

La honestidad es una cualidad escasa y esto no tiene nada que ver con el negativismo. Cuando un amigo siempre te dice que no serás capaz de hacerlo, que todo está mal o solo ve la parte negativa, sin duda es un problema.

No está mal tener un amigo que te hable de forma sincera, que sea valiente y te meta el dedo a veces donde más escueza, que vaya con alcohol y limpie la herida. Sin embargo, alguien que hace constantemente eso, que no tiene otro registro puede llegar a dañarte.

“Amo a la humanidad, lo que me revienta es la gente” 

-Mafalda (de Quino)-

El amigo Deshonesto

Ser honesto es ser real, auténtico, genuino. Ser deshonesto es ser falso, ficticio, impostado. La honestidad expresa respeto por uno mismo y por los demás. La deshonestidad no respeta a la persona en si misma ni a los demás. La honestidad tiñe la vida de apertura, confianza y sinceridad, y expresa la disposición de vivir en la luz. La deshonestidad busca la sombra, el encubrimiento, el ocultamiento. Es una disposición a vivir en la oscuridad.

La deshonestidad no tendría ningún papel en un mundo en que imperara la realidad y estuviera habitado por seres humanos plenamente conscientes. Desgraciadamente, debemos de convivir con la deshonestidad. Los humanos, abrigamos una variedad de tendencias e impulsos que no armonizan espontáneamente con la razón.

Los seres humanos necesitan práctica y estudio para convertirse en personas benévolas en las que retomar la chispa divina de la que emergimos. En ese intento hacen muchas cosas que la prudencia les aconseja ocultar. Mentir es una “fácil” herramienta de ocultamiento y, cuando se emplea a menudo, pronto degenera en un vicio que arrastra hacia lo contrario.

Como lidiar con los que hablan a tus espaldas:

  • NO actúes
  • Comprende que ellos no importan
  • Sonrie y muéstrate seguro de ti mismo frente a ellos
  • Fomenta vínculos con otros no toxicos

 

El amigo quejica

Es cierto que todo el mundo podemos tener un mal día (incluso las personas más positivas también tienen días grises) y que en ocasiones quejarse es una buena forma -siempre que sea ocasional- de canalizar las malas energías. Pero, los amigos que de verdad nos hacen crecer no se pasan el día en esta posición.

Las personas quejicas, en lugar de ser dueños de su vida y de hacer cosas para cambiar lo que no les hacen sentir bien, prefieren culpar a los demás de aquello que les ocurre y no paran de lamentarse por aquello que no fue. Este tipo de personas será capaz incluso de culparte de sus propios contratiempos, haciéndote sentir mal gratuitamente y robándote la felicidad, ¡no le des ese poder!

El que todo lo crítica

Si alguien está continuamente criticando tu vida, tu forma de vestir o cualquier otro aspecto, no es buena señal. Hay una gran diferencia entre hacer una crítica constructiva y criticar con maldad.

Las personas que se acostumbran a criticar normalmente no tardan en generalizar esta actitud al resto de ámbitos de sus vidas. Sin embargo, se da un paradoja curiosa, quienes se especializan en la crítica a los demás no suelen especializarse en la crítica a sí mismos.

Así, si tienes un amigo que te critica por cada uno de los proyectos que emprendes, tengo que decirte que cuentas con alguien cercano que se ha especializado en criticar en ti todo lo que no le gusta de él. Su disconformidad con el mundo la traslada sobre ti, de alguna manera eres la vía de escape para sus frustraciones ya que eres una de sus personas más cercanas.

“Observa acerca de que la gente se muestra cínica y con frecuencia descubrirás de que carecen”.

-George Patton-

Piensa que por definición, un amigo es alguien que nos hace bien, que nos ayuda y que nos inspira. Pero también es alguien en el que confiamos y al que le vamos a otorgar el beneficio de la duda, precisamente por tenerle en tal consideración. Sin embargo, esto que sería ideal, muchas veces no se cumple -como hemos visto- y habitualmente contamos con alguna persona cercana, disfrazada de amigo, que nos daña continua y profundamente.

 

Fuente: Maria Jose Roldan, Editado por Jorge M de O

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