Introducción
Este poema, atribuido al Dalai Lama, explora el concepto de calma desde diferentes perspectivas y experiencias de vida. Se llama calma y me costó muchas tormentas.
El poema enfatiza el valor de la calma como un estado de ser deseado y apreciado. Se destaca cómo la calma se gana a través de la superación de dificultades y la búsqueda constante.
La calma se presenta como una maestra que enseña lecciones importantes, como respirar, pensar, amar, ser generoso y apreciar la amistad. Estas lecciones sugieren un crecimiento personal y espiritual que viene con la experiencia de la calma.
El poema contrasta la calma con la locura y la guerra, resaltando la importancia de la paz tanto a nivel personal como global. Se sugiere que la verdadera calma es opuesta a la agitación y la violencia que a menudo prevalecen en el mundo.
Se menciona cómo la calma se encuentra en la naturaleza, en el silencio, en los sonidos suaves y reconfortantes. También se destaca cómo la verdadera amistad y la conexión humana pueden traer calma y autenticidad a la vida.
En general, el poema transmite un mensaje de aprecio por la calma como un estado de equilibrio, paz y sabiduría que se puede alcanzar a través de la experiencia y el crecimiento personal.
Aquí el Poema
Se llama calma y cuando desaparece, salgo otra vez a su búsqueda.
Se llama calma y me enseña a respirar, a pensar y repensar.
Se llama calma y cuando la locura la tienta se desatan vientos bravos que cuestan dominar.
Se llama calma y llega con los años cuando la ambición de joven, la lengua suelta y la panza fría dan lugar a más silencios y más sabiduría.
Se llama calma cuando se aprende bien a amar, cuando el egoísmo da lugar al dar y el inconformismo se desvanece para abrir corazón y alma entregándose enteros a quien quiera recibir y dar.
Se llama calma cuando la amistad es tan sincera que se caen todas las máscaras y todo se puede contar.
Se llama calma y el mundo la evade, la ignora, inventando guerras que nunca nadie va a ganar.
Se llama calma cuando el silencio se disfruta, cuando los ruidos no son solo música y locura sino el viento, los pájaros, la buena Compañía o el ruido del mar.
Se llama calma y con nada se paga, no hay moneda de ningún color que pueda cubrir su valor cuando se hace realidad.
Se llama calma y me costó muchas tormentas y las transitaría mil veces más hasta volverla a encontrar.
Se llama calma, la disfruto, la respeto y no la quiero soltar…
Dalai Lama.
Conclusión
El tema principal parece ser la búsqueda de la calma interior o la tranquilidad a pesar de las tormentas y dificultades que se encuentran en el camino.
Las «tormentas» mencionadas pueden representar los desafíos, problemas o conflictos que enfrentamos en la vida. Sugieren momentos de agitación o perturbación emocional.
La «calma» se presenta como un estado anhelado o deseado, un lugar de paz y serenidad que contrasta con las tormentas. Es posible que el autor busque encontrar este estado de calma como una forma de superar las dificultades.
A pesar de las dificultades, el narrador muestra determinación al buscar la calma una y otra vez. Esta persistencia sugiere una actitud de resistencia y esperanza ante las adversidades.
En general, el poema transmite un mensaje de aprecio por la calma como un estado de equilibrio, paz y sabiduría que se puede alcanzar a través de la experiencia y el crecimiento personal.