Asertividad

En lo que respecta al concepto de asertividad como tal, hay quienes consideran que asertividad y habilidades sociales son términos sinónimos.

Sin embargo, vamos a considerar que la asertividad es solo una parte de las habilidades sociales, aquella que reúne las conductas y pensamientos que nos permiten defender los derechos de cada uno sin agredir ni ser agredido.

Stephen R. Covey (1995), en su libro de los 7 Hábitos de las Personas Altamente Efectiva, describe a la asertividad como una forma de vida que se hace un hábito profundo, dicho termino insertado en el primer hábito; el ser proactivo, el ser responsable de nuestro propio destino y de nuestras respuestas ante cualesquier estímulo de éxito o fracaso que nos plantee el medio, la asertividad hace que los estímulos que nos llegan sean los que exactamente nos fueron enviados; y hace que enviemos aquellos mensajes que en realidad queremos mandar y que esencializan nuestro respeto y el de los demás.

El hecho de ser proactivo, no descarta que no exista sufrimiento humano, existe, pero su existencia nos ennoblece porque nos hace fuertes, nos templa y no nos daña.

La asertividad es la herramienta para acertar en la relación humana, donde no hay ganadores y perdedores, hay solo seres que se relacionan en un ámbito de profundo respeto, hay una relación personal de ganar-ganar, tal cual el cuarto hábito en el modelo de Covey, en donde solo se gana en una relación solo y a condición de que la otra parte también gane.

Los principios asertivos, identifican el modelo de efectividad personal que parte del profundo respeto al yo, se parte del principio del profundo respeto al más caro activo que tenemos como persona nuestro yo, nuestro cuerpo, nuestro ser, solo al sentar tal respeto, podemos respetar a los demás.

Ser asertivo puede ayudarte a mejorar tus relaciones con los demás y, de paso, aumentar tu autoestima. Ser asertivo es una estrategia de comunicación que permite expresar las opiniones y puntos de vista a la vez que se respetan y aceptan los de los demás.

No obstante, si bien es importante aceptar las críticas constructivas, también lo es responder ante las destructivas.

Hay personas que solo buscan hacer daño o socavar la moral de los demás con sus comentariosLa mejor manera de defenderse ante ellos es a través de la asertividad.

A continuación  cuales son los beneficios de potenciar esa cualidad.

  1. Proporciona una mayor sensación de control

Tener el control permite que te sientas más seguro de ti mismo. Así lo sugiere una investigación publicada en 2011 en la revista Texto & Contexto Enfermagem, en la que además se expone la eficacia de esta táctica tanto a nivel personal como laboral.

No es necesario depender de los demás. Cuando las respuestas u opiniones solo se basan en la aprobación del entorno, se pierde libertad y, sobre todo, autonomía sobre los actos.

  1. Ser asertivo mejora la autoestima

Cuando uno no se valora, cree que tiene que estar por y para los demás; someterse, agachar la cabeza y acatar todo. Lejos de hacerte bien, estas actitudes sumisas minan tu autoestima. Te dejan en un segundo lugar. Así, dejas de defender tus derechos, te doblegas sin decir lo que piensas de verdad.

En definitiva, te reprimes y te pones límites. Y todo por miedos e inseguridades que no has sabido gestionar de manera conveniente.

  1. Mejora tu comunicación con los demás

Para sentirte aceptado, no siempre tienes que decir lo que los demás quieren escuchar. Si crees que te apreciarán más por ello, estás equivocado. La sociedad enseña a complacer, pero el éxito de las relaciones con los demás reside en la honestidad y la sinceridad.

Decir lo que piensas o expresar tu opinión, aunque muchos no la compartan, mejorará la calidad de tu comunicación con el entorno.

  1. Te ayuda a gestionar mejor las emociones

La gestión emocional es una de las capacidades que todo el mundo debería aprender, pero que nadie enseña: explotar de ira, llorar por las esquinas, guardar rencor…. Todo eso es la consecuencia de no saber gestionar las emociones de forma adecuada. Atender a tus emociones te permitirá comunicarte mejor y cuidar, así, de tus relaciones interpersonales.

Por ejemplo, ser asertivo impedirá que guardes para ti todo aquello que necesitas expresar. Esto te ayudará a no “estallar” y a no descargar tus frustraciones y tu mala gestión de emociones sobre quien no se lo merece.

  1. Evita que los problemas se magnifiquen

Cuando eres sincero y coherente con otras personas, se resuelven de manera más sencilla los conflictos que puedan surgir con ellas. En ocasiones, se cree que callar ante ciertas situaciones puede evitar problemas con los demás: “Si le digo lo que quiere escuchar, evitaré que se enfade conmigo; si no me niego, no se sentirá decepcionado.”

Ser asertivo significa respetarse a uno mismo

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