Uso de los modos Enfocado y Difuso

 

Algo de Dalí te vendrá bien.

Veamos a algunas personas famosas en la historia que usaron modos diferentes de pensar para ayudarlos a resolver sus problemas. Uno de ellos era Salvador Dalí, un pintor surrealista muy conocido del siglo XX. Fue la definición clara de un personaje libre y loco.

El carácter excéntrico de Salvador Dalí se reflejaba en sus mascotas. Era un amante de los gatos pero eligió como compañero peludo un ocelote que adquirió en Colombia en la década de los 60. Se llamaba BABOU y Dalí lo llevaba con una cadena de oro allá donde iba: a los restaurantes, viajó con él en el crucero SS France, y compartían suite en el Hotel Palace.

Dalí solía usar una técnica interesante que lo ayudaba a crear sus pinturas surrealistas fantásticamente creativas. Solía relajarse en una silla y dejar que su mente estuviera libre, pensando vagamente en algo en lo que se había concentrado previamente. Solía tener una llave en su mano, moviéndola justo por encima del suelo.

Cuando comenzaba a entrar en sus sueños, quedándose dormido, la llave se le caía de la mano y el ruido lo despertaba, justo a tiempo para que pudiese recoger esas conexiones e ideas difusas que estaban en su mente. Después, regresaba al modo de concentración, incorporando las conexiones nuevas que había hecho mientras estaba en el modo difuso.

Ustedes quizá piensen que eso está bien para un artista, pero ¿cómo se relaciona esto con los procesos de pensamiento más científicos o matemáticos.

Pensemos en Thomas Edison, uno de los inventores más brillantes de la historia.

Según la leyenda, lo que Edison solía hacer era sentarse y relajarse en su silla, sosteniendo rodamientos en su mano.  Se relajaba liberando sus pensamientos y su mente, aunque a menudo terminaba pensando en lo mismo en lo que antes estaba pensando concentrado, pero más relajadamente.

Cuando Edison se dormía, el rodamiento se caía y hacía ruido en el piso, tal como sucedía con Dalí.

Esto despertaba a Edison y él arrancaba con las ideas generadas en el modo difuso, listo para llevarlas al modo concentrado y construir a partir de allí.

Entonces, la conclusión es que cuando estás aprendiendo algo nuevo, especialmente algo que es un poco más difícil, tu mente necesita poder ir de un modo de aprendizaje al otro.

Eso te ayuda a aprender de forma eficaz.

Esto puede compararse un poco a fortalecer tus músculos levantando pesas.

Nunca planearías participar en una competencia de levantamiento de pesas esperando justo hasta el día antes para pasar todo el día ejercitándote como un loco.

Quiero decir, esto no sucede así.

Para fortalecer tu estructura muscular, hay que hacer un poco de trabajo cada día, permitiendo que tus músculos vayan creciendo.

Igualmente, para construir una estructura neuronal, hay que trabajar un poco cada día, construyendo poco a poco un andamio de neuronas para ir colocando allí tus pensamientos, un poquito cada día. Este es el truco.

En resumen, debemos considerar que  usar analogías es una técnica poderosa para el aprendizaje. Aprendimos sobre los dos modos de pensamiento diferentes del cerebro, enfocado y difuso. Cada uno nos ayuda a aprender, pero de formas muy diferentes.

Con todo lo anterior, debemos considerar que aprender algo difícil puede tomar tiempo. Tu cerebro necesita alternar sus formas de aprendizaje, mientras lucha con el material nuevo y lo asimila.

 

Fuente: Curso Aprender a Aprender barbara Oakley

 

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