Dice Alberto Moriano que la espiritualidad está muy cercana a la felicidad, o dicho de otra manera, quienes son más espirituales, es más seguro que estén luchando por su felicidad y estén menos preocupados por los bienes materiales y mucho menos obsesionados por ello.
Si para algunos, los bienes materiales son lo más importante, en realidad hay algo más significativo que tener todo el dinero y los bienes materiales. Puedes tener eso y no sentirte en paz contigo mismo y la mala noticia es, que no se puede comprar. Pero la buena es, que es más sencillo encontrar la felicidad dentro de ti que gracias a las monedas, el dinero y las tarjetas de crédito.
Como hemos leído, la felicidad está dentro de en cada uno de nosotros, y por más que parezca algo obvio, muy pocos tienen consciencia de cómo conseguir la felicidad real, por lo que, según el autor, lo más importante es comprender que el objetivo es siempre el mismo en la búsqueda de la felicidad y la paz interior.
Algunas piensan y se esfuerzan, para lograrla, obteniendo dinero o éxito profesional, otros buscan la felicidad consumiendo alimentos y por supuesto, seguro se conoce a personas que piensan que la felicidad sólo es posible consumiendo drogas. Y para otros la espiritualidad, es otra manera de intentar alcanzar lo que nos hace bien. El enfoque y concentración es el mayor problema en cada uno de estos intentos.
La paz interior, la paz mental y la felicidad sólo se alcanzan con una meta material. Debes visualizarla. Sólo de esa manera tomarás los pasos correctos para llegar a tu objetivo. La paz interior y la felicidad están ahí, sólo hay que identificarlas.
Ojo, no se debe tratar la espiritualidad como una actividad aislada, todo lo que hacemos es una actividad espiritual y puede relacionarse con tareas como sacar la basura o lavar la casa.
No se necesita ir a retiros o meditar para alcanzar la paz interior. Porque son actividades que aunque son muy positivas y traen muchos beneficios, pueden ser una distracción como cualquier otra. El estado de paz que alcanzas en la meditación debe ser mantenido todos los días, no sólo en un momento físico artificial.
Se debe pensar en la paz espiritual, como si estuvieras meditando durante 16 o más horas al día.
Primera vía: enfoque y forma del contenido
Para seguir este método se necesitarás mucha concentración en una sola cosa a la vez concentrándose en un solo pensamiento específico pasando por tu mente en cada momento.
Podemos poner como ejemplo el acto de lavarse los dientes. En este caso, es importante que estés consciente de cada movimiento de tu mano y sentir la boca. Todas las actividades de tu vida tienen la misma importancia, no son unas mejores que otras.
Si damos diferente importancia a tus actividades, la mente pone etiquetas de bueno o malo y así, se desvía de la percepción y las cosas empiezan a no ser reales.
La realidad es subjetiva
Cada mente tiene su propia realidad, como si cada quien tuviera un programa mental para interpretar la vida. La realidad simplemente es, está ahí y se debe comprender que la realidad es diferente en cada persona.
Por lo tanto, si muchas personas se ofenden al oír que los pensamientos y opiniones son inútiles, es porque esto ataca toda la programación mental que se tiene. Si se hace, se verán las mismas cosas.
Debemos saber que lo que pensamos que es real puede no serlo. La percepción errónea del presente y el juicio del mundo no cambia las cosas que existen alrededor.
Todo puede cambiar y no se necesita estar nervioso por ello, si se entiende que no se tiene el control de todas las cosas en el mundo, se tendrá más paz espiritual.
Entonces es fundamental en esta vía o paso, el concentrarse en todo con el mismo valor y teniendo en cuenta que la realidad está ahí: aprender que ella es lo que es, no importa nuestros pensamientos sobre ella. Todo cambia, hasta uno.
Segunda vía: concentrarse de forma periférica
Esta otra o método, puede alternarse con la primera vía de la realidad explicada anteriormente.
Algunas actividades no requieren una atención concentrada y es ahí donde este método es más recomendado ya que consiste en lo opuesto al primer método, pero ambos funcionan perfectamente.
En lugar de concentrarse en una sola cosa a la vez, se deberá concentrar en todo lo que el campo de visión alcanza al mismo tiempo. No se estará concentrado en nada en particular.
Se puede intentar ahora mismo; Para algunas personas, es algo natural hacer muchas cosas a la vez. Si se comienza a relajar los ojos y no se piensa en algo en particular, se ampliará gradualmente la conciencia visual hasta que ser consciente de todo el campo de visión al mismo tiempo.
Cuando se es capaz de manipular la propia conciencia, se tiene mayor capacidad de concentrarte en más cosas. Pero se debe eliminar la necesidad de etiquetar o juzgar las tareas o pensamientos: todo tiene el mismo valor. Así se podrá disfrutar de más cosas que en el método anterior.
Sin embargo no es algo que sirva para todo, ni todas las personas podrán hacerlo con gran facilidad.
¿Cuándo usarlos?
El primer método es mejor si se necesita cumplir tareas específicas en el trabajo o en casa. Pero, con la práctica, ambos pueden ser usados en muchas situaciones.
Necesitas practicar el control para saber cuándo usar uno u otro, y comprenderlos es más fácil que explicarlos, porque practicarlos es la única manera de saber con seguridad cuándo es mejor utilizar uno u otro.
Cuando veas que hay momentos que requieren tu atención completa, usa la primera vía. Si puedes estar menos atento o necesitas hacer muchas cosas a la vez, escoge la segunda vía.
Sólo la experiencia te permitirá comprender la mejor manera de ver cómo vivir el presente de una manera productiva.
Conclusión
Al fin, ¿Qué es el presente? ¿Qué erramos en el pasado? ¿Cómo será el futuro?
Es muy importante de vivir el momento actual para que se pueda tener paz espiritual y de esta forma sentiremos a la felicidad como algo mucho más que sólo un deseo lejano.
Según Moriano, lo principal es descubrir cuáles son los principales momentos en los que debemos seguir las dos vías para tener una mejor programación cerebral, que no sea automática. Descubrir si lo mejor es concentrarte en una sola cosa o tener una visión periférica es uno de los pasos más importantes.
Entonces, conocerse es la actitud más importante para llegar al momento de tener la deseada paz espiritual y no considerarla como un privilegio de los momentos de retiros espirituales. Es posible tener esta paz durante todo el tiempo, todos los días.
Sólo el conocimiento nos lleva a ver el presente como lo más importante de nuestra vida. Entonces el autoconocimiento nos muestra que estamos aquí para ser felices y esto es mucho más fácil que las fórmulas mágicas que se enseñan por todos los rincones del mundo. El autoconocimiento te llevará a la paz.
Para apoyar esto, existen estudios demuestran que la práctica de la “atención plena” (Mindfullnes), proviene de la comprensión profunda de la mente humana y de los factores que promueven una mente sana, una mente feliz, de hecho, la auténtica felicidad es el estado natural de la mente, que surge cuando cultivamos una mente sana, una mente en calma y en equilibrio.
De tal forma que, algunas cosas básicas nos proporcionan felicidad son sencillas como; el ejercicio, dormir y la sensación de logro, de conseguir objetivos. La amabilidad, las relaciones sociales, los hábitos mentales, la gratitud y la meditación son fundamentales en nuestros niveles de felicidad.
Debemos aprender a disfrutar, por ejemplo, el simple hecho de dedicar unos minutos a saborear la comida, estar atento a cada bocado, masticar, y tragar con plena consciencia ayuda a aprender a disfrutar de las pequeñas cosas.
La felicidad trata de los estados emocionales o sentimientos medidos en un tiempo determinado, a la valoración (positiva o negativa) que se haga de la vida, así como las reacciones afectivas a las experiencias que vivimos.
La felicidad es igual a:
F = SV + EP – EN
- F = Felicidad
- SV = Satisfacción con la Vida
- EP = Emociones Positivas / EN = Emociones Negativas
En palabras del maestro zen Thich Nhat Hanh: “La felicidad es posible. Y la práctica es lo suficientemente simple como para que cualquiera pueda ejercitarla”.
El momento presente y la Felicidad
Bibliografía:
García A. (27 de julio de 2017), “Felicidad y mindfulness: ¿qué tienen en común?” Recuperado de: www.cuidateplus.marca.com/bienestar/2016/03/20/felicidad-mindfulness-111654.html
Moriano Alberto. (7 Enero 2019). Aprende a vivir el momento presente: Guía para mejorar nuestra espiritualidad. Edición Kindle.
Thich N. H. (1 Octubre de 2014). “Felicidad: Prácticas esenciales de mindfulness”. Editorial Kainos